Los 3 errores más comunes en la clasificación arancelaria y cómo evitarlos en tu área de comercio exterior
- comercial77070
- 30 jun
- 3 Min. de lectura
Descubre los tres fallos que más cuestan dinero a los importadores y aprende métodos prácticos para evitarlos.

La correcta clasificación arancelaria es el punto de partida de cualquier operación de importación: determina tributos, licencias, tiempos y márgenes. Sin embargo, incluso equipos experimentados cometen errores que derivan en multas, sobrecostos y retrasos aduaneros. En esta guía, analizamos los tres errores más comunes en la clasificación de mercadería y te damos un plan de acción para prevenirlos.
Error #1: Confiar en la descripción comercial del proveedor
Por qué ocurre
En la práctica diaria, es habitual recibir la descripción del producto tal como la emite el proveedor extranjero y, con prisas, trasladarla al documento aduanero. El problema es que la descripción comercial suele enfocarse en marketing –no en criterios técnicos– y omite detalles clave para asignar la partida arancelaria correcta (materiales, composición, uso principal).
Riesgos principales
Sobreclasificación de derechos: pagar un arancel más alto del que corresponde.
Faltante de licencias: productos que deberían presentar certificaciones (por ejemplo, ANMAT o SENASA en Argentina)
Ajustes posdespacho: la aduana puede re-liquidar tributos hasta cinco años después.
Cómo evitarlo
Solicita fichas técnicas: antes del embarque, exige fichas o MSDS que detallen composición y uso.
Implementa un checklist interno con campos obligatorios (material dominante, proceso de fabricación, finalidad).
Capacita al proveedor: envíale un instructivo sencillo sobre la información que necesitas para el despacho.
Error #2: Copiar códigos anteriores sin análisis (efecto “control C / control V”)
Por qué ocurre
Cuando la empresa importa referencias similares, la tentación es duplicar la partida utilizada en operaciones pasadas. El inconveniente surge cuando el producto ha sufrido cambios de diseño, composición o uso principal (ej.: actualización de firmware, inclusión de batería de litio, nueva función médica).
Riesgos principales
Subvalorar o sobrevalorar impuestos por cambios en el gravamen asociado.
Incumplir regulaciones nuevas: las subpartidas pueden agregar o quitar requisitos de seguridad en cada reforma anual del Nomenclador.
Auditorías internas fallidas: el área de compliance detecta inconsistencias y frena la cadena logística.
Cómo evitarlo
Auditorías trimestrales de nomenclador: revisa los cambios del Sistema Armonizado y sus notas legales.
Base de datos viva: cada SKU debe actualizar su fecha de última revisión y responsable asignado.
Software de clasificación con alertas: varias plataformas SaaS envían notificaciones cuando una subpartida sufre modificaciones.
Error #3: Ignorar las Reglas Generales y Notas Legales del Sistema Armonizado
Por qué ocurre
Las Reglas Generales Interpretativas (RGI) priorizan el criterio de esencialidad, función y material predominante. Muchos clasificadores se quedan en el título del capítulo y no profundizan en las notas legales, lo que lleva a omitir excepciones y exclusiones.
Riesgos principales
Contingencia fiscal: multas de hasta el 400 % del tributo omitido en algunas jurisdicciones.
Paralización de la mercadería: la aduana exige re-encuadrar la declaración; cada día de depósito adiciona costos.
Pérdida de credibilidad: la empresa entra en listas de “alto riesgo” y los despachos posteriores reciben mayor control.
Cómo evitarlo
Mapeo de capítulos críticos: identifica los capítulos donde importas más volumen y estudia a fondo sus notas.
Capacitación continua: organiza workshops bimestrales sobre RGI y casos prácticos.
Asesoría especializada: consulta a un clasificador certificado ante dudas; el costo preventivo es menor que una rectificación.
Los errores de clasificación arancelaria no solo generan costos directos; también erosionan la reputación frente a aduana y clientes internos. Implementar procedimientos estandarizados, auditorías periódicas y capacitación constante puede reducir drásticamente contingencias y liberar recursos para crecer.
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